El contacto físico para los niños es muy importante porque asienta su confianza, su autoestima y estimula su desarrollo físico, mental y emocional.
¿Qué hacer?
Fomenta las demostraciones de afecto para que el niño se sienta amado, seguro y feliz.
Acércate a tus hijos en todo momento pero si se siente mal o enfermo, no puede faltar un abrazo que fortalezca su sistema inmune.
¿Qué no hacer?
Nunca fuerces el contacto físico por más importante que sea, siempre respeta su espacio.