La vida y el mundo que rodea a nuestros niños es mágico para ellos y más cuando están de esta edad. Quieren fisgonear o indagar y mientras que la mayoría de las veces los adultos se complican los pequeños lo ven con muchísima sencillez y simplicidad.
¿Qué hacer?
Intenta recordar cómo eras con su edad e intentar ser parte de su mágico y curioso mundo.
Cuando tu hijo te hable sobre cierta situación intenta no verlo desde un punto de vista adulto sino el de cuando eras niño e incluso el que le puede estar dando tu hijo. Escúchalo como un niño pero háblale un padre o una madre.
¿Qué no hacer?
No ser parte de su mundo.
Perderte el recordar y compartir esta etapa tan bella con él.