Cuando tu hijo crece y le cuesta adaptarse a ciertas costumbres y exigencias que van conforme a su edad aparecen conductas incómodas por su parte.
¿Qué hacer?
Debes actuar con la mayor paciencia posible sin recurrir a la violencia porque con esta se termina dañando el equilibrio emocional y psicológico del niño.
Entiende que el niño no reacciona igual que un adulto y la canalización de sus emociones es diferente especialmente en sus enfados.
¿Qué no hacer?
No le consientas todo lo que quiera si se enfada por algún capricho.
No compres su afecto o su calma, no es la solución.