La obediencia y la disciplina son palabras que pueden resultar ajenas para un niño de 3 años pero es importante que este entienda su significado.
¿Qué hacer?
Enséñale con paciencia y persistencia. Utiliza palabras o instrucciones sencillas que él pueda comprender. Por ejemplo: cuando se termina de comer se recoge la mesa.
Recalca cuando hace las cosas bien y las consecuencias buenas de ello, resaltando la importancia de seguir las normas. Por ejemplo: como lo has hecho muy bien y has recogido tus juguetes hoy después de jugar pues te leeré un cuento más antes de dormir.
¿Qué no hacer?
No te frustres o tires la toalla, es importante tener paciencia en el proceso de lograr que el pequeño obedezca.
No hagas énfasis en los fallos sino en los avances y la perseverancia. Cuando hace algo más debe saberlo pero cuando hace algo bien también, de hecho, debes hacer más énfasis en esto último.