No ayudes a tu hijo si él puede

En muchas ocasiones vemos a nuestros hijos/as intentar hacer cosas que para nosotros no supone ningún esfuerzo hacerla o ayudarle a hacerla, pero es un error intervenir y hacerlo nosotros.

En ese momento tu hijo/a se está enfrentando a un reto que él/ella a elegido enfrentarse, le apetece, y ese reto es buenísimo para su desarrollo. Por este motivo, si intervienes a la primera de cambio, le quitas esa oportunidad de desarrollarse.

¿Qué hacer?

Si ves que tu hijo está haciendo alguna tarea que está aprendiendo o haciendo por primera vez, déjalo que lo intente para que aprenda a resolver sus problemas y ser creativo. Anímalo a que lo intente de nuevo un par de veces más, y sino puede entonces ayúdalo poco a poco hasta que lo consiga.

Cuando le ayudes a hacer algo, explícale cómo lo estás haciendo para que él aprenda y lo intente la próxima vez. Por ejemplo, si ves que va a pasar por debajo de la mesa pero no encuentra el camino, déjalo que intente solucionar este problema, si ves que no lo consigue anímalo a que siga pensando cómo salir de ahí y si finalmente lo consigue reconócele su logro. Sino lo consigue ayúdale y explícale cómo lo hiciste.

¿Qué no hacer?

No le soluciones todos sus problemas o lo estarás convirtiendo en eso, alguien que no sabrá solucionar sus problemas en un futuro. Anímalo a que intente hacer cosas por sí mismo, por ejemplo, que abra el paquete de galletas él/ella sólo/a.

No te anticipes a sus problemas y se los soluciones. Por ejemplo, si ves que quiere pasar a un sitio por un camino con obstáculos, no se los quites antes de que llegue, deja que se los encuentre y solucione su problema él sólo.